La
historia del Pomberito,
originaria de la mitología guaraní.
Caracterizado como un duende por su corta altura, de cuerpo fornido, con ojos
chatos de mirada fija, boca grande y
grandes dientes de color blancos.
Se dice que
tiene un largo silbido de aproximadamente unos 25 a 30 segundos, que se suele
escuchar por la noche, mayormente en zonas de campo o despobladas. Una de sus
peculiares habilidades es la de poder doblar sus pies, haciéndolo parecer que
camina en sentido contrario.
Este pequeño duende, es muy conocido por las
culturas y civilizaciones fronterizas de Paraguay, Argentina y Brasil.
Respetando hasta el día de hoy, su simbólico ritual o costumbre popular que los
pobladores de la zona acostumbran a hacer todas las noches, que es dejarle un
abano o cigarrillo, saco de te usado, miel en incluso medidas de bebidas
alcohólicas a modo de ofrendas.
Las personas
del campo, son muy respetuosas a esta antigua historia, se dice que no se puede
contestar el silbido que el mismo pombero pronuncia, porque este responde de
forma brusca y enloquecedora, así como también que no se debe hablar mal en
altas horas de la noche, como tampoco pronunciar su voz. Esta costumbre o mas
que costumbre, habito, es muy respetado por estas personas.
Pero no todo
viene por el lado malo, sino que se lo caracteriza al pomberito por ser una criatura protectora de los campos,
animales (en especial las aves) e incluso de los que se encuentren perdidos,
siempre y cuando este se lo respete. Otros de los hechos más notorios por los
pobladores, es que es muy amante de las mujeres como de las niñas, que son
perseguidas por esta extraña criatura. También hay personas que afirman que
existen tanto pomberitos malos como buenos.
Según varios
historiadores se cree que proviene de guaycurú,
antiguos enemigos por los cuales los guaraníes tenían conflictos.
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